
-Si me quisieras de verdad, cambiarías por mí.
-Y si tú me quisieras de verdad a mí, te gustaría tal como soy y no me pedirías que cambie.
Este es uno de los conflictos más habituales en las parejas. El empeño por querer cambiar a la persona amada supone un gran error en el buen funcionamiento de la relación y, en la mayoría de los casos, termina por arruinarla. Si te sientes identificado con esta situación, debes saber que, por lo general, las personas no cambian porque otra se lo pida, aunque entre ellos exista un fuerte lazo de unión.
Si tu pareja es celosa, tacaña, poco detallista, sin sentido del humor o colérica, poco se puede hacer para que sea de otra manera. Quizá intente mostrarse como tú quieres unos días, unas semanas o, incluso, unos meses, pero finalmente todo volverá a ser igual, porque hay rasgos de personalidad muy difíciles de modificar.
Por tanto, la clave para que una relación funcione no está en cambiar al otro, sino en aceptarlo con sus fortalezas y debilidades. Igual que a tus amigos íntimos los quieres como son y sus defectos te pueden hacer hasta gracia, ¿por qué no aplicar esta misma actitud hacia la pareja?
El problema surge cuando a la persona amada se la ve como una pertenencia y no como a un ser libre. En estos casos, lo que impera es el egoísmo y el deseo de que actúe a imagen y semejanza del ideal de pareja que tenemos en la cabeza, algo que no suele salir bien, porque la realidad nunca es tan perfecta como la pintamos en nuestra imaginación.
Si crees que el futuro de tu relación depende fundamentalmente de que el otro/a cambie, quizá estés con la persona equivocada y no quieras verlo por miedo a la soledad o por una dependencia emocional poco sana. “Es más fácil cambiar de pareja que cambiar a la pareja”, le escuché una vez decir a uno de mis maestros...
De la misma manera, si estás con alguien que pretende cambiarte, estate alerta: puede que esa persona no te quiera realmente a ti como eres, sino a un prototipo que sólo existe en su cabeza.